Desde la antigüedad, la nuez moscada se ha usado para sazonar los platos, gracias a su aroma y sabor tan especial. Como ya decíamos, casa muy bien con carnes, pescados y postres, pero también con guisos, caldos y sopas. Además se puede usar para bebidas como chocolates, cafés, tés o para complementar la leche.
Entre sus propiedades las más mencionadas son:
-Ayuda a mejorar la circulación sanguinea.
-Su aceite mejora y alivia los dolores musculares y de articulaciones. Es utilizado para hacer masajes con este fin. Tiene propiedades antiinflamatorias.
-Elimina la diarrea y alivia las indigestiones.
-La nuez moscada tiene un gran valor como antioxidante.
-Es una gran fuente de minerales, necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
-La nuez moscada contiene dos sustancias, la miristicina y la elemicina, que son dos sustancias naturales que estimulan los procesos cognitivos cerebrales.
-Elimina el mal aliento o la halitosis.
-Alivia el dolor dental si se utiliza de forma tópica.
-Facilita la digestión.
El lado negativo
A pequeñas dosis, la nuez moscada no produce efectos perceptibles en el organismo. Sin embargo, a dosis altas (10 g. o más) se convierte en un alucinógeno de suave o mediana intensidad produciendo efectos visuales y sensaciones cómodas parecidas a las de la marihuana.
Pero existen motivos para que sea impopular, ya que los efectos duran más de 24 horas después de la subida inicial (aproximadamente 12 horas después de su ingestión) y tienen desagradables efectos secundarios durante todo el proceso, que se extiende más de 36 horas.
También puede provocar daños hepáticos si se consume regularmente y en grandes cantidades, además de alucinaciones, náuseas, deshidratación y dolores generalizados, la llamada psicosis de la nuez moscada.