El maní o cacahuete es uno de los frutos secos más conocidos, y al mismo tiempo es uno de los alimentos que más proteína posee. Esta poderosa leguminosa, que puede consumirse como en su forma natural de semilla, como aceite, mantequilla o harina, es considerada una maravilla de la naturaleza por sus efectos positivos en el organismo.
El valor alimenticio del maní es impresionante, no solo es rico en fibra, sino que contiene 13 vitaminas y veintiséis minerales, aunque ciertamente es alto en grasas y tiene más calorías que el azúcar.
Como multivitamínico natural, el maní contiene complejo B, niacina, riboflavina, tiamina, ácido pantoténico y vitamina E, entre otras. Y en cuanto a minerales, es rico en potasio, manganeso, cobre, calcio, magnesio, hierro, selenio y zinc.
Pero más allá de sus cualidades nutricionales, su sabor fuerte e inconfundible, se ha convertido en un producto de consumo masivo en prácticamente todo el mundo.
Esta semilla comestible de la planta arachis hypogaea, que hoy se cultiva en regiones tropicales y subtropicales en prcaticamente todo el mundo, se conoce y consume desde hace más de 7.000 años, y según las investigaciones arqueológicas fueron los incas quienes la extendieron por el continente americano hasta que los colonizadores la hicieron llegar a Europa y África.