Con las hierbas, especias y condimentos podemos incrementar la densidad nutritiva de nuestros platos, es decir, sumar micronutrientes sin necesidad de aumentar las calorías de la preparación. Y una de las especias que enriquece nuestros platos es el comino.
El comino se utiliza mucho en la cocina árabe así como en recetas mediterráneas, tanto para condimentar carnes, verduras, pastas, legumbres como para agregar notables nutrientes, pues una sóla cucharadita de comino agrega a nuestros platos 127 unidades internacionales de vitamina A, 93 mg de calcio, 6 mg de hierro, 178 mg de potasio, 37 mg de magnesio y 50 mg de fósforo. Además, el comino ofrece fibra, fitoesteroles, vitamina K, vitaminas del complejo B y en menor medida vitamina E y C con función antioxidante.
El comino es muy aromático y penetrante por su contenido en aceites esenciales y ofrece un sabor muy característico, combina el amargo y el dulce, con notas picantes (no pica), cítricas, de tierra… es único. Hay quien dice que es la segunda especia más popular después de la pimienta.